Consejos prácticos Actividad física.

TENGO UNA CADERA MÁS ALTA QUE LA OTRA. ¿QUE PUEDO HACER?

«Fui a un centro para hacerme un estudio de la marcha que me recomendaron y la persona que me atendió me dijo que tenía una cadera más alta que la otra y me aconsejó colocarme las caderas y usar plantillas. ¿De verdad necesito tratamiento?»

Esta duda que escuchamos a menudo en la consulta y en la calle debería ser aclarada para evitar errores y sobretratamientos innecesarios que pueden perjudicar la salud.

La discrepancia de miembros inferiores que nos acompaña desde la infancia o la adolescencia (etapa de crecimiento) y que significa sencillamente tener una extremidad inferior más larga que la otra, puede considerarse totalmente normal en el adulto, siempre y cuando no se acompaña de sintomatología (que no haya dolor secundario a la misma o que no esté relacionada con deformidades dolorosas de la columna).

Debemos saber que tener una cadera más alta que la otra o lo que es lo mismo, discrepancia de miembros inferiores, es mucho más frecuente que tener las dos caderas a la mismísima altura o tener el largo de las piernas exactamente iguales. Es decir, lo raro sería que la medición de ambos miembros inferiores resulte exactamente igual.

La diferencia de altura de las caderas es compensada en la temprana edad por una inclinación lateral de la pelvis o de la columna vertebral buscando un equilibrio para ponernos de pie y caminar. El cuerpo humano lo consigue en más de 90% de los casos con discrepancia. Por dicho motivo no suele haber ninguna molestia y la inmensa mayoría hace vida normal, con actividades deportivas incluso de alto rendimiento. Solamente causa problemas si hay factores sobreañadidos como puede ser: la obesidad, el sedentarismo con pérdida del tono muscular, ejercicios muy intensos, repetitivos y/o mal ejecutados, así como la edad avanzada.

Tener una cadera más alta que la otra, sin más, en un adulto no tiene importancia.  Únicamente debería acudir al profesional si está acompañado de dolor de columna, caderas o de piernas, o sise trata de un paciente en edad de crecimiento.

La desigualdad de longitud de las piernas en los niños es frecuente después de una fractura. En ausencia de ésta, debemos estar alertas para descartar problemas graves como pueden ser una escoliosis vertebral o una enfermedad esquelética o tumoral. Aquí nos ocuparemos del adulto que está fuera de este riesgo.

El tratamiento va a depender de la sintomatología (el dolor tanto de su localización como de sus características). La localización más frecuente suele ser en las sacroiliacas, zona lumbar, caderas (región glútea) y piernas debido a fatiga muscular.

Independientemente de la larga lucha muscular contra el desbalance mecánico, debemos recordar que un músculo mejor entrenado, elástico y con buen tono sufre menos dolores, fatiga y por supuesto menos lesiones.

No todos los dolores de espalda o de cadera son debidos a una cadera más alta que la otra ni mucho menos. Ante la duda, consulte a su médico antes de recibir ningún tratamiento. 

Si un niño comienza con alteraciones del crecimiento de una extremidad, debe ser remitido al especialista a la mayor brevedad posible.

Las plantillas y alzas serán beneficiosas si están indicadas para el dolor o sensación de fatiga muscular unilateral, siempre que sea revisado y medido por un profesional.

El ejercicio físico nunca debe ser condicionado por unos milímetros de diferencia entre una pierna y la otra. Todo lo contrario, es muy beneficioso para precisamente evitar dolores de espalda y cadera relacionados.

Dr. Samer Said

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